El suelo de madera exterior es el que más sufre las inclemencias del tiempo como la humedad, los cambios de temperatura, el viento, los rayos UV… Su cuidado y mantenimiento son esenciales para prolongar su aspecto y su uso.

La mejor manera de saber si la madera necesita una reparación es viendo si su color es gris y opaco, señal de degradación debido a la meteorización por agentes atmosféricos. El daño comienza con la pérdida de brillo de la superficie, sigue con la desintegración superficial, perdiendo una de las dos funciones más importantes de los recubrimientos, que es la decoración; después perderá la función básica del recubrimiento, la protección, con la aparición de grietas y roturas.

Algunos consejos para evitar el deterioro de la instalación del suelo de madera exterior, de los suelos de madera para exteriores, son estos:

ELECCIÓN DE LA MADERA

Parece una obviedad pero lo primero que hay que saber al colocar un pavimento de madera en exteriores es que no todas las maderas son adecuadas para este uso.

Su exposición a los agentes degradantes de la madera son máximas, ya sean bióticos (insectos) o abióticos (agua, rayos ultravioleta, viento…). Por lo tanto debemos utilizar maderas que sean resistentes a estos agentes, o lo que es lo mismo, que sean durables por su propia naturaleza.

En la elección de maderas para el suelo debería tener en cuenta las maderas duras, ya que tienen un mejor comportamiento ante la absorción y pérdida de agua (la madera es un material higroscópico, capaz de absorber y exudar humedad), así como ante los rayos UV. Las maderas tropicales son las que mejor aguantan en intemperie.

Otra opción son las tarimas sintéticas, que son superficies fabricadas con mezclas de madera y polímeros, más económicas y duraderas.

No menos importante en las tarimas de exterior son la planimetría y la rigidez del pavimento para evitar tropiezos y accidentes a causa de la deformación de tablas torcidas o arqueadas.

Por ello es preciso utilizar madera de especies forestales que garanticen la máxima estabilidad ante variaciones higroscópicas. La madera siempre debe estar fijada al soporte (rastrel) de la manera más sólida y segura, lo más idóneo es la fijación mecánica a la cara. Así se garantizará su indeformabilidad.

Un pavimento debe servir para transitar sobre él, y por eso la madera elegida debe ser resistente a la abrasión y dura para soportar los tacones de las personas que pisarán este pavimento.

TRATAMIENTO

Si partimos del uso de una madera durable, estable, resistente a la abrasión y dura podemos protegerla y realzar su belleza de una forma más sencilla.

El mantenimiento de un pavimento de madera exterior debería realizarse una vez cada cuatro o cinco meses, aunque también debería realizar una limpieza frecuente con un paño húmedo, lo que prolongará la conservación del deck durante más tiempo. La frecuencia dependerá siempre de la ubicación del pavimento con respecto al sol y los distintos agentes degradantes y de la zona geográfica.

Para la mejor conservación de la madera de exterior también debemos utilizar protectores de probada eficacia. El tratamiento habitual para cuidar los suelos de madera exterior suelen ser dos:

Aceites
Protectores acrílicos

Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes:

ACEITES

Los aceites nutren y alimentan la madera. Se aplican fácilmente pero no todos los aceites actúan de la misma forma en todas las maderas.

Es preciso realizar pruebas de penetración, fijación y compatibilidad, que puede comprobarse fundamentalmente en el secado del aceite.

Los aceites en general no incorporaban antes filtros solares lo que impedía una eficaz protección ante los rayos ultravioletas. Es importante verificar que el aceite que usemos disponga de filtros solares de protección eficaz.

Otro inconveniente de los aceites es su escasa resistencia a la abrasión, además de su lavabilidad, algo que provoca que la duración del tratamiento protector es limitada.

En contrapartida, la aplicación y renovación por medio de aceites es rápida y fácil, y si fuese necesario realizar una limpieza sería mucho más sencillo.

PROTECTORES ACRÍLICOS

Los protectores acrílicos se disuelven generalmente en agua, contienen resinas y filtros solares por lo que se fijan más tenazmente y resisten mucho más a los rayos ultravioleta. También resisten al agua ya que los protectores acrílicos de alta calidad son hidrorepelentes.

Su resistencia a la abrasión es superior y por lo tanto la duración del tratamiento es muy superior a la del aceite.

El principal inconveniente es su limpieza y renovación ya que si bien el mantenimiento regular es necesario (de 10 a 18 meses según la orientación y zona geográfica), en ocasiones pueden acumularse capas de protector que terminan por ocultar la madera original. Es estos casos se requiere un decapado y una total eliminación de esas capas con un proceso meticuloso y ciertamente profesional para garantizar un resultado óptimo.

El aceite hay que reponerlo en el suelo de madera en el momento en el que se aprecie su desaparición o simple degradación. Sin embargo, con el protector acrílico conviene establecer una agenda sistemática de tratamiento.

El problema más frecuente viene dado por la falta de frecuencia idónea en los procesos de reposición y mantenimiento. Nos saltamos los tratamientos marcados y el pavimento termina con meteorización (poniéndose gris) o incluso las capas superpuestas del protector acrílico pueden cuartearse.

Si el pavimento instalado está correctamente seleccionado e instalado recuperar su aspecto inicial requerirá de un decapado y limpieza profesional, pero se podrá recuperar mediante procedimientos mecánicos (sin lijar) de una forma rápida, limpia y sin residuos. Una vez recuperada la superficie opte por un tratamiento fácil -aceites- o duradero -protector acrílico-. En todo caso sería bueno ponerse en manos de profesionales acreditados.

NUEVAS TECNOLOGÍAS PARA ARREGLAR EL SUELO DE MADERA

La utilización combinada de agentes limpiadores ecológicos y maquinaria específicamente diseñada para tal efecto permite recuperar de forma rápida, limpia y económica el aspecto de la madera.

Es posible recuperar la madera dañada con un mínimo esfuerzo, aunque debe consultar siempre con profesionales reconocidos.

Podrá así recuperar el aspecto inicial del suelo de madera de forma rápida y limpia, incluso al lado de piscinas y jardines, y sin necesidad de desalojar a los usuarios ya que nuestro sistema ofrece la máxima limpieza con la menor generación de residuos y molestias.

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